EL CUERPO IMAGINADO, Claudia Bonollo 2001-2021

Mitosis celular índigo – Claudia Bonollo

La investigación EL CUERPO IMAGINADO, que empezó en 2001, es un trabajo artístico que se propone crear a través del arte, un arte entre muchas disciplinas, un punto de vista distinto sobre el cuerpo humano, la enfermedad y la curación.

Sumergido por los signos con los cuales la ciencia, la economía, la religión, la psicoanálisis, la sociología le han connotado, el cuerpo se ha vivido, in conformidad a la lógica y a la estructura de las distintas disciplinas, como organismo para sanar, como fuerza-trabajo para emplear, como carne para redimir, como inconsciente para liberar, como soporte de signos para trasmitir.

El cuerpo confunde los códigos cuando separa el bien y el mal, lo bello y lo feo, Dios y el mundo, el espíritu y la materia, y niega aquella necesaria ambivalencia donde positivo y negativo se reflejan, rechazando aquella realidad imaginaria de la cual surgen todas las “especulaciones”.

El punto de partida ha sido una célula patógena, una muestra histológica de una célula, o sea la representación científica de la enfermedad. Las imágenes iniciales son fotografías al microscopio que objetivan la evidencia de la patología que intenté transformar poéticamente con el ordenador y sus algoritmos.

Buscaba un gesto de redención, algo que lograse una misteriosa conexión entre enfermedad y belleza. La posibilidad de una visión que pudiese ir más allá de las estadísticas implacables y volcar el pánicoen Eco, su ninfa. En suma, buscaba una conciencia distinta sobre la enfermedad. un diálogo con la célula que tuviera en cuenta su polaridad. Cuando todo comenzó, nunca habría sospechado la evolución de la investigación – que mientras tanto se ha extendido a todo el cuerpo humano -ni que las células transfiguradas se transformarían en un proyecto multidisciplinar.

Con el tiempo la investigación se ha extendido al estudio de las emociones y se ha planteado las reacciones del cuerpo en un estado de bienestar. Estoy en deuda con J. Hillman y H. Corbin y con las aportaciones inesperadas de personas provenientes de diferentes disciplinas (criticos de arte, filósofos, médicos o terapeutas, antropólogos, biólogos, neurobiólogos, psicólogos, psiquiatras y teólogos) que se han interesado por mi trabajo, y a las clases de biológia impartidas por una investigadora del Instituto Ramón y Cajal que me ha permitido descubrir la iconografía científica y el microscopio electrónico.

El estudio de textos sobre las visiones del mundo iranio, Ib’n Arabi, Sohravardi y sobre todo Najmoddin Kobrâ, han contribuido a un trabajo artístico atento a los fenómenos de la luz y del color.

Work in progress, “Meta-biologias, Light boxes y Espacios Sensibles”, instalación multisensorial – Claudia Bonollo

El proyecto multidisciplinar sobre la célula se articula en distintas fases:

  • DIALOGO CON LA CÉLULA ENFERMA. Ciclo de imágenes de células transfiguradas por el artista. El diálogo con la célula se convierte en una narración, distinta según el órgano tratado.
  • LA CÉLULA-ICONO La célula se convierte en un mapa de la conciencia. He recurrido a la iconografía de las imágenes sagradas. Y he tratado las células como un icono. (light-boxes)
  • EL RETRATO CÉLULAR o “NARCISOS CÓSMICOS” Retratos de personas que han salido de graves enfermedades y se reflejan dentro de su propio paisaje interior. El cuerpo escapa el propio límite cutáneo, incluso energético o térmico de su presencia, para proyectarse libremente sobre el soporte arquitectónico anulando su materialidad y sustituyéndola por un nuevo límite más flexible e inmaterial.
  • LA CÉLULA ARQUITECTURA La estructura celular se convierte en una cartografía del ser, en un mapa que puede generar objetos tridimensionales de uso cotidiano a escalas diferentes. (cortometrajes, instalaciones)
  • ESPACIOS CELULARES La célula puede convertirse también en un espacio “fuera de escala”, una instalación cálida donde entretenerse y emocionarse. (cortometrajes, instalaciones)

    Los espacios que se pueden llegar a generar son de naturaleza distinta.
    Pueden ser espacios físicos donde habitar o ambientes “virtuales”, verdaderos canales sensoriales proyectados en múltiples direcciones y con diversas intensidades, por las que el cuerpo navega sin sustraerse a las reglas del sistema métrico de referencia.
    En ambos casos, estos espacios niegan la arquitectura, y la convierten en un espacio sensible, emocional donde el espectador forma parte integrante de la obra.
    (cortometrajes, instalaciones)
Cell Triptic – Claudia Bonollo